Códice 91

España. Ministerio de Cultura. Archivo Histórico Nacional. Diversos y Colecciones, Códice 91

Documentos

00 (191)

Códice 91

Documento incompleto.

01 (192)

Códice 91

El rey Alfonso VII dona al abad Martín y al monasterio de Santa María de Rioseco la villa de Quintanajuar y todo lo que le pertence en Monte Espinoso y en Cernégula.

02 (193)

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Fernando y Rodrigo González, Gutier, hijo de Pedro González, y Fernando, hijo de Álvaro González, venden al abad Martín y al monasterio de Santa María de Rioseco la heredad que poseen en Quintanajuar, que constituye la décima parte de toda la villa, recibiendo como pago la cantidad de seis maravedíes y medio y un potro con la cabeza blanca.

03 (194)

Códice 91

Fernando González de Urbina dona una heredad y todo lo que pertenece en la villa de Quintanajuar al abad Martín y al monasterio de Santa María de Rioseco, por la salvación de su alma.

04 (195)

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Martín de la Roda de Urbina dona todas las heredades que posee en Quintanajuar al Monasterio de Santa María de Rioseco, por la salvación de su alma y la de sus padres.

05 (196)

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Elvira Muñoz con sus hijos. Fernando, Pedro, Nuño, Gonzalo, Elvira, María, Mayor y Urraca González, dona, por la salvación de su alma y la de sus padres, al abad Martín y al monasterio de San Cipriano de Montes de Oca el albergue que posee en Cernégula así como todas las heredades que posee en dicho lugar, en Quintanajuar y en Latio

06 (197)

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Garci García de Villálvaro, con sus hermanos, Don Sancho y Doña María, sus sobrinos, doña Godina, esposa de Garci Ruiz, los hijos de Fernando Nuñez de Castil de Lenzes, Gonzalo, Rodrigo, Alfonso, Mayor, María y Toda Fernández, y los hijos de Don Gil, Fernando, Gonzalo, Rodrigo y Mayor Gil, venden al abad Martín, del Monasterio de San Cipriano de Montes de Oca, toda la heredad que poseen en Quintanajuar, recibiendo como pago 85 maravedíes alfonsíes.

07 (198)

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María, junto con su esposo, Gutier Peláez venden al abad Martín, del monasterio de San Cipriano de Montes de Oca, toda la heredad que poseen en Quitanajuar, recibiendo como pago 35 maravedíes.

08 (199)

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Un individuo de apellido Ferrandi vende al abad Antonio y al monasterio de San Cirpriano de Montes de Oca los molinos de Juan Lupi, Rodrigo Buruano, el clérigo Pedro, los hijos de Gundisalvo, Juan Pérez y sus hermanos, Martín, Gundisalvo y María Pérez, sus sobrinos, Fernando Gundisalvo y sus hermanos y Juliana Pérez, mujer de Domingo Garcia, recibiendo como pago la cantidad de 60 maravedíes.

09 (200)

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Doña Sancha Muñoz vende al abad Antonio, del monasterio de San Cipriano de Montes de Oca, toda la heredad que posee en Quintanajuar, recibiendo como pago la cantidad de 11 maravedíes.

10 (201)

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Ruy Ferrandez de Quintana Palacio, hijo de Fernando Nuñez de Castil de Lences, vende al abad don Rodrigo y al monasterio de Santa María de Rioseco las casas que posee en Quintana Palacio, recibiendo como pago una mula valorada en 50 maravedíes alfonsíes.

11 (203)

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El rey de Castilla, Alfonso VIII, junto con su mujer, la reina Leonor, donan a Gonzalo Pérez de Siones y a su mujer la villa de Covasante, situada en el alfoz de Sedano, por la salvación del alma de sus padres y su propia salud.

12 (204)

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Noticia del juicio que tuvo Pedro Miguélez de Gredilla con los señores de San Cipriano por la heredad que reclamaba en Covasante, al que acudió, para intervenir en él, el alcalde de Rioseras, sin poder establecer una resolución en ese momento.

13 (205)

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Acuerdo entre el abad Antolín, de San Cipriano de Montes de Oca, con Martín Pérez de Siones, maestro de Calatrava, por una casa en Covasante.

14 (207)

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Garci Muñoz, doña Mayor de Castil de Lences, Álvaro, Gomicio y Ordoño García, por la voluntad de su madre y de su hermana, doña María García, venden al abad don Rodrigo y al monasterio de Santa María de Rioseco cuatro solares que poseen en Cernégula y que, anteriormente, habían pertenecido a Pedro de Castil de Lences.

15 (208)

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Alfonso Ruíz de Ribiella, por orden de don Gómez Malric y de su mujer, doña Teresa, vende al abad Rodrigo, del monasterio de Rioseco, todas las heredades que tiene en Cernégula y en el término de Abajas, recibiendo como pago la cantidad de 50 maravedías, un mulo y una mula.

16 (209)

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Don Moriel, con su mujer, doña Elvira, venden a fray Martín de Cendrera, en representación de don Martín de Frías, el abad del monasterio de Santa María de Rioseco, todas las heredades que poseen en Quitanajuar, todo lo que don Moriel heredó de su abuela, lo que compró a Rodrígo Rodriguez, Ruy Pérez, Gonzalo Pérez y los nietos de Pedro León. El matrimonio recibe como pago la cantidad de 180 maravedíes y un manto.

17 (210)

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El rey de Castilla, Alfonso VIII, dona al abad Martín, del monasterio de Santa María de Rioseco, el monasterio de San Esteban de Tesla, situado entre los territorios de Val y Quintana.

18 (211)

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El rey de Castilla, Alfonso VIII, dona al monasterio de Santa María de Rioseco y a su abad, don Martín de Quintanajuar, la villa llamada Hocina, por la salvación de su alma y la de sus padres.

19 (212)

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Todos los hijos de Martín Martínez de Vizoces, Gomez y Pedro Martínez, Pedro Rodríguez, Martín Dalmazán y sus hermanas, doña Legundia, Urraca y María, donan, por la salvación de su alma y la de sus padres, a los monjes cistercienses y a Martín, el abad de Quintanajuar, Nuestra Señora de los Parrales con todas sus posesiones.

20 (213)

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Garci García de Sigüenza con su mujer, doña Urraca, venden al abad Domingo y a todo el monasterio de Santa María de Quintanajuar, toda la heredad la que tienen en Rioseco, lo cuál está situado detrás del palacio de Ruy Pérez, recibiendo como pago un buen caballo y cuatro maravedíes.

21 (214)

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Urraca Martínez, hija de Martín Martínez de Vicences, junto con su marido, Garci Pérez, donan al abad Martín, del monasterio de San Cipriano de Montes de Oca, la parte que les corresponde en el monasterio de Santa María de Rioseco, por la salvaciónn de su alma.

22 (215)

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Ruy Pérez de Caderechas dona al abad Martín, del monasterio San Cipriano de Montes de Oca, el molino que tiene en Val, junto al río Ebro. El abad acepta la donación y deja dicho molino en préstamo al citado Ruy Pérez, a cambio de que éste preste servidumbre al monasterio durante toda su vida.

23 (216)

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Guterio Dieguez con su mujer, doña Elvira, donan a la orden del Císter y al abad Miguel, del convento de San Cipriano de Montes de Oca, todas las heredades que poseen en Rioseco, por la salvación de su alma.

24 (217)

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Dongela vende a doña Elvira Gómez, que actua por orden del abad don Martín, del monasterio de Santa María de Rioseco, la heredad que era de Ruy Pérez de Caderechas, interviniendo como fiadores Garci López de Riomolino y Martín de Loma. Recibe como pago la cantidad de 300 maravedíes.

25 (218)

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Diego Gómez dona a la orden del Císter, al abad don Miguel y al monasterio de Santa María de Rioseco, todas las heredades que posee en este lugar, por la salvación de su alma y la de sus padres.

26 (219)

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Doña Legundia Martínez, hija de Martín Martnínez de Vicences, dona al abad don Miguel y al monasterio de Santa María de Rioseco la heredad que posee en este lugar y el solar que pertencció a Domingo González. A cambio, recibe, en primer lugar, la granja de Covasante, hasta el final de su vida, momento en el que monasterio recuperará esta propiedad. En segundo, se le entregan 30 bueyes, 4 vacas, un asno, 30 almudes de trigo, 20 de centeno y una cuba de 6 palmos de vino de Vicences.

27 (220)

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Pedro Pérez, hijo de Pedro Martínez, vende al abad don Miguel y al monasterio de Santa María de Rioseco la heredad que posee en este lugar y un solar que tiene en Villasopliz, recibiendo como pago dos buenos caballos valorados en 80 maravedíes alfonsíes.

28 (221)

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Juan Pérez y sus hermanas, Mayor, Ouro, María, Marina y María Pérez, venden al abad don Miguel y al monasterio de Santa María de Rioseco un solar con su huerto y sus árboles, así como una porción de tierra situada delante de dicho solar y junto al altar de Santa María. A cambio, como compensación, reciben una villa en otro lugar.

29 (222)

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Pelayo Martínez, Fernándo Martínez y Pedro Peláez con sus hermanos, Domingo y María Peláez, y con Juliana Martínez y su hermana Mayor, venden al abad don Martín, del monasterio Santa María de Rioseco, un huerto que se encuentra junto a la iglesia del centro monástico, recibiendo como pago la cantidad de 6 sueldos.

30 (223)

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Elvira Gómez de Vicences vende al abad don Miguel y al monasterio de Santa María de Rioseco un solar que posee en este lugar, que en su día compró a María Rodríguez y a su hijo, Juan Aparicio de Asensio, y una heredad en Fuente Humorera, recibiendo como pago la cantidad de 100 maravedíes.

31 (224)

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Miguel, el abad del monasterio de Santa María de Rioseco, y toda la comunidad monástica entregan a Juan Aparicio y a su hermano, Asensio, San Esteban de Tesla. A cambio, el centro monástico establece el cumplimiento de dos condiciones: en primer lugar, el pago anual de un censo de oro; en segundo, que los citados hermanos no puedan vender ni repartir entre sus descendientes la propiedad recibida, convirtiéndose, así en vasallos del monasterio.

32 (225)

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Juan Pérez, hijo de Pedro Gómez, vende al abad Pedro y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco el solar que tiene en este lugar, recibiendo como pago la cantidad de 20 maravedíes alfonsíes.

33 (226)

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Veremudo Pérez, hijo de Pedro Martínez, vende al abad Miguel y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco la heredad que posee en este lugar y el solar que tiene cecta de San Andrés de Robredo, recibiendo como pago la cantidad de 20 maravedíes.

34 (227)

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Doña Mayor López y su hermano Garci López, con el permiso del hijo de la primera, Gonzalo Pérez, entregan al abad Miguel y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco la heredad que poseen en este lugar. A cambio, obtienen la villa de San Felices. Además, como compensación, también reciben la cantidad de 130 maravedíes alfonsíes.

35 (228)

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El abad Miguel y todo el monasterio de Santa María de Rioseco entregan a Martín Juanes, a su hermano, Juan Juanes y a sus hermanas, María, Juliana y María Juanes, la tierra situada en el territorio de Ferreruela. A cambio, Martín Juanes y sus hermanos entregan al centro monástico el solar que poseen en Rioseco.

36 (229)

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Diego López de Faro, por el acuerdo establecido con don Vicente, el prior del monasterio de Santa María de Rioseco, y toda la comunidad monástica, efectua un cambio con doña Elvira Oriolo. Los monjes entregan a esta última, mientras viva, la heredad que poseen en Castil de Lences. A cambio, reciben todas las posesiones que doña Elvira tiene en Rioseco, entre las cuales se encuentran las que pertenecieron a su abuelo y las que son propiedad de los nietos de Pedro Díaz de Cadreias.

37 (230)

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Las hijas de Domingo Moro, Marina, Estefanía, María y María Belida, llegan a un acuerdo con el abad don Rodrigo y todo el monasterio de Santa María de Rioseco. Entregan el arado y la casa que tienen en la calle situada frente al palacio de Gómez Maríntez, así como la casa, con su huerto, de Gonzalo Pérez, criado del monasterio. A cambio, solicitan permanecer, a modo de préstamo, en esta última casa y no perderla con la llegada de otro poblador. Solo la dejarían en el caso de que Juan Martínez y Pedro Pérez decidieran irse a vivir a otro lugar. De esta manera, las citadas hijas de Domingo Moro se convierten en solariegas del centro monástico.

38 (231)

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Doña María González de Vicences vende al abad Rodrigo y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco el solar que tiene en este lugar, recibiendo como pago una mula valorada en 60 maravedíes alfonsíes y un cáliz valorado en dos marcos de plata.

39 (232)

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El abad Miguel y todo el monasterio de Santa María de Rioseco donan a los hermanos Juan y Miguel un solar junto a San Millán. A cambio, los citados hermanos entregarán, anualmente, al centro monástico la cantidad de mil sueldos, convirtiéndose en sus vasallos.

40 (233)

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Don Miguel, el abad del monasterio de Santa María de Rioseco, compra a María Miguélez, hija de Miguel Domínguez, todo cuanto posee en este lugar, permitiendo que se quede con la producción de nueces hasta el final de sus días.

41 (234)

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Diego González, hijo de Gonzalo Antolínez, vende a su hermana, María González, la heredad que posee en San Vicente de Robredo y medio solar en Lezana, así como todo lo que tiene en Rioseco, Retuerto, Huermeces, Quintanilla, San Pantaleón, Gozón, Rubiales, Monesteriolo y San Mamés, recibiendo como pago la cantidad de 330 maravedíes

42 (235)

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El abad Rodrigo y todo el monasterio de Santa María de Rioseco entregan a Pedro Pérez, a su mujer, Juliana Martínez, y a sus descendientes un solar que perteneció a don Elo. A cambio, deben cumplir con dos condiciones: en primer lugar, que, cuando fallezca el matrimonio, si alguno de los hijos decide vender su parte, sean sus hermanos quienes la compren. Si no fuera así, el monasterio la volvería a adquirir y la entregaría a cualquier otra persona que quisiera asentarse en el citado solar, pero sin la potestad para donarlo o venderlo; en segundo, que deben entregar, anualmente, al convento medio maravedí.

43 (236)

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Doña María González de Vicences con sus hijos, Martín, Gómez y Alfonso González, entrega al abad don Rodrigo y todo el convento de Santa María de Rioseco, las heredades que tiene en Retuerto y en Rioseco. A cambio, doña María recibirá una quinta por parte del centro monástico.

44 (237)

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Diego Sánchez y su hermano, Sancho, hijos de San de Velasco, venden al abad don Rodrigo y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco las siguientes propiedades: el solar de Martín, la casa de Martín de Sobrado, el solar de Juan Almerich, el solar de Ruy Pérez de Cadecheras y el solar de Pelayo, que se encuentra tras la casa Juan Iufon. Como pago reciben la cantidad de 20 maravedíes.

45 (238)

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Diego Sanchez, Sancho Sánchez de Blasco y Elvira Gómez de Vicences venden al abad Rodrigo y al convento de Santa María de Rioseco las siguientes propiedades: dos solares en Rioseco que habían heredado de su padre, otro que pertenecio a Martín Castellanos y un tercero que había sido de Pelayo y que está situado detrás de la casa de Juan Iufon. Como pago reciben un caballo valorado en 20 maravedíes.

46 (239)

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Martín Díaz de Andino, por orden de Diego Sánchez y Sancho Sánchez, hijos de Sancho de Blasco y doña Elvira Gómez de Vicenceces, donan al prior don Vicente y al abad Rodrigo, del monasterio de Santa María de Rioseco, el solar de Martín Castellanos, que está en el huerto del monasterio, y el solar de Pelayo, que está detrás de la casa de Juan Iofón

47 (240)

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Diego Sánchez y Sancho Sanchez, hijos de Sancho De Velasco y de doña Elvira Gómez, venden al abad don Rodrigo y todo el monasterio de Santa María de Rioseco un solar que perteneció a Juan Iufon, situado cerca del huerto del monasterio y del solar de Pedro Pérez, recibiendo como pago dos mulas valoradas en 100 maravedíes alfonsíes

48 (241)

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Doña Juliana de Vila, hermana de Martín Miguel, dona al abad don Rodrigo y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco todas las casas que posee en Medina, por la salvación de su alma. Además, el monasterio se hará cargo de su manutención mientras viva y, a cambio, doña Juliana les brindará su obediencia.

49 (242)

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Alfonso González de Vicences vende al abad don Rodrigo y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco un solar que posee en este lugar y que, en su día, adquirió de Juan Fernández. Como pago recibe la cantidad de tres maravedíes.

50 (243)

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Vermudo, abad de San Pedro de Cervatos, realiza un cambio con el prior Vicente y todo el moansterio de Santa María de Rioseco. El primero entrega al segundo dos tierras entre los parrales: una junto al camino que va hacía el Ebro y próxima a Pumar; la otra al lado del molino que fue de Martín de Sobrado. Además, el monasterio de Santa María de Rioseco obtiene una tercera tierra cerca del arco de San Andrés y una cuarta en Cascalo. A cambio, el abad de San Pedro de Cervatos recibe una tierra en Cascalo con un nogal y 4 maravedíes a modo de compensación

51 (244)

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Juan Fernández de Rioseco y su mujer, María Juanes, donan al abad don Rodrigo y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco las dos partes que les pertenencen en una tierra situada entre el solar de Juan Pérez y el de San Martín de Elines.

52 (245)

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Doña Elo vende al abad don Rodrigo y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco un solar y una heredad que posee en este lugar, recibiendo como pago la cantidad de 20 maravedíes.

53 (246)

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Diego González de Montecillo vende al abad don Pedro y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco el solar que posee en este lugar y todo cuanto perteneció al monasterio de San Andrés de Robredo en la presa de Bailera, recibiendo como pago la cantidad de 60 maravedíes.

54 (247)

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Los hijos de doña Mayor de Castil de Lences, Álvaro, Ordoño, Fernando García y su mujer, María García, venden al abad don Pedro y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco todo lo que poseen en Cernégula y que habían heredado de sus padres, recibiendo como pago la cantidad de 110 maravedíes.

55 (248)

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Don Gómez García de Castil de Lences y sus hermanos venden a fray Martín de Cendrera, que actúa en representación del abad don Rodrigo y del monasterio de Santa María de Rioseco, todo lo que poseen en Quintanajuar, recibiendo como pago la cantidad de 60 maravedíes.

56 (249)

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Fray Pedro, como abad y representante del monasterio de Santa María de Rioseco, entrega a Martín Bellido una tierra en Las Arenas y otra cerca de las propiedades de Pascual. A cambio, el centro monástico recibe todas las propiedades que el citado Martín Bellido tiene en Palacio, obtenidas mediante herencia, compra o ganancia.

57 (250)

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Don Gonzalo Díaz de Sagentes realiza un cambio con Pedro González, de tal manera que el primero se queda con una tierra en la Riba y el segundo con una heredad, además de recibir unas espuelas a modo de compensación.

58 (251)

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Relación de testigos que fueron a Medina, a casa de Pedro Robert, que se encontraba enfermo, para dar fe de cómo doña Isabel cofirmaba el cambio que su marido, Domingo Pérez, había realizado con el abad de Santa María de Rioseco. El primero recibió una propiedad en Endino y el segundo un huerto en Burgos

59 (252)

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El prior don Domingo acude a Castrillo para intervenir en un pleito en el que Fernando González de Cornejo reclamaba la propiedad de un solar, que su hermano Pedro González había vendido. El prior falla a su favor y se le entregan 3 maravedíes y medio por todo lo que reclamaba.

60 (253)

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Doña Mayor vende a su hermano, Pedro González, todo lo que posee en Castrillo, tanto lo heredado de su padre, como la cuarta parte que le corresponde a su hermana, doña María. Como pago recibe la cantidad de 14 maravedíes.

61 (254)

Códice 91

Pedro González vende al abad don Diego y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco el solar que posee en Castrillo, recibiendo como pago la cantidad de 100 maravedíes.

62 (255)

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Las nietas de Juan Fernández de Rioseco, María Juanes, María Pérez y doña Mayor, venden al abad don Diego y todo el monasterio de Santa María de Rioseco la heredad que poseen en este lugar, recibiendo como pago la cantidad de seis maravedíes.

63 (256)

Códice 91

María Juanes, hija de Juan Fernández, dona, por el perdón de sus pecados y la salvación de su alma, la heredad que posee en Rioseco.

64 (257)

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García López de la Cuesta vende al abad don Diego y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco el solar que posee en Quintana de Entrambasaguas, el cuál perteneció a su padre, quien, a su vez, se lo había comprado a Martín Robert. Como pago recibe la cantidad de 40 maravedíes.

65 (258)

Códice 91

Doña Elo, la que fuera esposa de Rodrígo Álvarez de Para, vende al abad don Diego y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco el solar que posee en Quintana de Entrambasaguas, recibiendo como pago la cantidad de 50 maravedíes.

66 (259)

Códice 91

Relación de aquellos testigos que presenciaron como Don Gómez García entregó una heredad que tenía en Quintanajuar a don Diego, el despensero, y a fray Martín de Cendrera.

67 (260)

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Ruy Pérez de Quintanaortuño, hijo de Pedro Alfonso, y sus hijos, Sancha, Alfonso, Urraca, María y Teresa Ruíz venden al abad don Diego y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco el solar que poseen en Quintanaortuño, en el barrio mediano, y una tierra que tienen en el prado de la ciudad, recibiendo como pago la cantidad de 80 maravedíes.

68 (261)

Códice 91

Don Juan, hijo de Martín Carrillo, por el poder que le ha otorgado su mujer, doña Elvira, vende al abad don Diego y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco una tierra conocida como "adehesa", recibiendo como pago 90 maravedíes.

69 (262)

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Remembranza de la división que realizó don Íñigo, hijo de López de Durango. Donó al monasterio de Santa María de Rioseco tres tierras: la primera estaba delimitada por el camino de Vivar, por una propiedad de Pedro Cavaller y en sus otros dos lados por el camino del rey; la segunda se encuentra en el coto de don Gutiérrez, yerno de Gonzalo Cantero, y al final del camino del rey; los límites de la tercera eran el coto de Pedro Juanes y una propiedad de Domingo Fernández.

70 (263)

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Doña María Pérez de Porres, por el poder que le ha otorgado su marido, Ruy González, vende al abad don Pedro y todo el monasterio de Santa María de Rioseco el solar que posee en San Martín, recibiendo como pago la cantidad de 100 maravedíes.

71 (264)

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Don Rodrigo Malric, con el poder otorgado por su mujer, doña Sancha Pérez, con su hijo, Pedro Ruíz, y con Martín Ruíz, Rodrigo Rodríguez y Gómez Malric, vende al abad don Diego y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco todo lo que posee, por herencia, compra o ganancia, en Ahedo, Tudanca y Dobro. Como pago recibe la cantidad de 200 maravedíes alfonsíes.

72 (265)

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Íñigo López de Hermosilla, con el poder otorgado por su mujer, doña Toda, vende al abad don Diego y a todo el monasterio de Santa María Rioseco el molino que posee en Castil de Lences, recibiendo como pago la cantidad de 25 maravedíes.

73 (266)

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Apeo de las tierras que, en Ahedo, Dobro y Tudanda, Ruy Malric y doña Sancha vendieron al monasterio de Santa María de Rioseco. Estas fueron las siguientes: media heredad en Palacio; un solar en un barrio que perteneció a Pedro Folia; otro solar en otro barrio que también fue de Pedro Foila; una tierra en los huertos cercanos a las propiedades de los hijos de Martín Juanes y a las de Martín González; dos tierras en los huertos próximos a las posesiones de don García de Val y de Domingo Pérez de Perales; una tierra junto al nogal de las campanas, próxima a las propiedades de Martín González y las de don Sancho.

74 (267)

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Gómez Pérez de Saoncillo, por el poder que le ha otorgado su mujer doña Urraca, vende al abad don Rodrigo y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco la villa de San Cebrián, situada en Bezana, y todo cuanto tienen en Villarcayo, obtenido mediante herencia, compra o ganancia. Como pago reciben la cantidad de 1000 maravedíes.

75 (268)

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Ruy Pérez, hijo de Fernando Gutiérrez y de doña Alba de Quintanaortuño, vende al abad don Diego y todo el monasterio de Rioseco las dos tierras que posee en Quintanaortuño, que había heredado por parte de madre. Una de ellas, llamada Palilla, se encuentra delimitada por San Juan de Ortega, las tierras de Gonzalo Ruíz de Atienza, las de don Juan de Lana y el valladar. La segunda, llamada Losa, tiene como límites las propiedades de Ferrán Alfonso, las de don Lope el Chicho y el valladar. Como pago recibe la cantidad de 16 maravedíes.

76 (269)

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Apeo de los límites de San Cebrián de Bezana, situados en los siguientes territorios: Manzanedo, Soncillo, Cubillos e Villabascones.

77 (270)

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Apeo de los solares que don Rodrigo Rodríguez Malric tenía en Manzanedo y vendió al monasterio de Santa María de Rioseco. Dichos solares son los siguientes: el de los clérigos; el de don Vermudo; el de don Domingo de Coçina; el de Juan Pérez; el de Pedro Çelerruelo; el del cantero; medio solar de Miguel; el de Martín Palaçiano; el de doña María; el de María Manrique; la mitad de la presa de los molinos que le pertenecía a Domingo; el parral de palacio y una viña de don Vermudo; la heredad de San Martín de Çiella; una quinta parte de la torre. La mayoría de estas propiedades son pagadas en especie, con diversas cantidades de trigo, cebada, vino y tocino principalmente.

78 (271)

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Apeo de los límites de la heredad que Pedro Gómez de Isla entregó al monasterio de Santa María de Rioseco, que se encuentran en los siguientes territorios: Val, Sigüenza, Soto, Zurita y Esedillo.

79 (272)

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Remembranza de la compra que realizó el monasterio de Santa María de Rioseco de un solar en Quecedo que pertenecía a Rodrigo Sánchez de Valdivieso.

80 (273)

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Remembranza de de la carta de que el monasterio de Santa María de Rioseco hizo con los habitantes de San Vicente de Lon, quienes debían dar como renta una vaca. Al cabo de nuevee años, además de dicha vaca, debían entregar todo el señorío, el nuncio y las caloñas.

81 (274)

Códice 91

Apeo de las heredades que el monasterio de Santa María de Rioseco tiene en Abajas. Los términos de estas tierras se encuentran en los siguientes emplazamientos: Casaval, los linares, los prados, Quintana, Cañucar, Cernégula, Castro, Ciniza y Cedrera.

82 (275)

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Apeo de las tierras que el monasterio de Santa María de Rioseco tenía en Quitanaortuño y Celadilla.

83 (276)

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Remembranza del intercambio que realizó el monasterio de Santa María de Rioseco, entregando una hacienda que tenía en Briones y obteniendo varias viñas y heredades en Villena.

84 (277)

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Privilegio del rey Alfonso VII, en función del cuál dona, junto a sus hijos Sancho y Fernando, a Garci García la villa de Cendrera.

85 (278)

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Juan Salvador de Quintanaortuño dona, por el perdón de sus pecados y la salvación de su alma, al abad Martín y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco las siguientes propiedades: la heredad que posee en este lugar, junto al río, que había heredado de Pedro Salvador y de la condesa doña Urraca; una viña situada en la cabaña, recibida por herencia de Martín Cuadrado y Domingo Pérez; una correa que había pertenecido al hijo de Martín Bellidez y al hijo de Pedro de Gutiérrez.

86 (279)

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Juan Juanes, por la salvación de su alma y la de sus padres, dona al abad Martín y al monasterio de Santa María de Quintanajuar, la tierra que se encuentra junto al puente de Nava, otra situada entre los ríos y la última cerca de las propiedades de Pedro Andrés.

87 (280)

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El presbítero Domingo y su primo, Rodrigo Pérez, donan, por la salvación de su alma y la de sus padres, al abad Martín y al monasterio de Santa María de Quintanajuar las tierras que poseen en Quintanaortuño.

88 (281)

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Garci García y su mujer, Urraca, donan, por el perdón de sus pecados y la salvación de su alma y la de sus padres, al abad Martín y al monaterio de Santa María de Quintanajuar la villa de Cendrera.

89 (282)

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Miguel Fernández de Riojeras vende al abad don Romero y al monasterio de Santa María de Quintanajuar todas las tierras que posee Cendrera, recibiendo como pago la cantidad de 12 maravedíes.

90 (283)

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Pedro Salvador y su hijo, Martín, venden al abad Martín y al monasterio de San Cirpiano de Montes de Oca aquellas tierras que poseen en Cendrera, recibiendo como pago la cantidad de nueve maravedíes y medio.

91 (284)

Códice 91

María Michaelez con su esposo, Rodrigo, y sus hermanos, Rodrigo y Polo, venden al abad Martín y al monasterio de San Cipriano de Montes de Oca, la tierra que poseen en Cendrera, recibiendo como pago la cantidad de dos marevedíes y medio.

92 (285)

Códice 91

Miguel, el presbítero de Sotopalacios, junto con su sobrino, Juan Miguélez, venden al abad Martín y al monasterio de San Cipriano de Montes de Oca, aquellas tierras que poseen en Cendrera, recibiendo como pago la cantidad de cinco maravedíes.

93 (286)

Códice 91

Pedro Gascón del Río vende al abad don Martín y a todo el monasterio de San Cipriano de Montes de Oca, tres partes de la tierra de los hijos de Martín Descalzo, recibiendo como pago la cantidad de cuatro maravedíes.

94 (287)

Códice 91

Nuño Fernández con su hermano, Fernando Fernández, su hermana, Sancha Fernández, el marido de esta, Garci Alvárez y sus sobrinas, Teresa y Constanza, donan al abad Antonio y al monasterio de San Cipriano de Montes de Oca, parte de la villa que poseen en el término de Cendrera, recibiendo como pago la cantidad de tres maravedíes y medio.

95 (289)

Códice 91

Remembranza de las tierras que el monasterio de San Cipriano de Montes de Oca adquirió antes y después de que Garci García le entregara la villa de Cendrera.

96 (288)

Códice 91

Don Rodrigo y el monasterio de Santa María de Rioseco realizan un intercambio con Juan Cuadrado, su mujer y sus hijos. El centro monástico obtiene una tierra en Matarejas y el citado Juan Cuadrado recibe una viña en Villaverde del Foio, dos maravedíes y cuatro sueldos.

97 (290)

Códice 91

Don Martín de Cendrera y su mujer, doña María González, realizan un cambio con el abad don Rodrigo y el monasterio de Santa María de Rioseco. El centro monástico obtiene una heredad en Cendrera, que contiene las siguientes tierras: la primera detrás del huerto de Cendrera; la segunda entre el puente de Sotopalacios y ambos ríos; la tercera y la cuarta se en Bernal; la última en Matarejas. A cambio, el matrimonio recibe las higueras del cenobío y la cantidad de 36 almudes de trigo a modo de compensación.

98 (291)

Códice 91

Fernándo Fernández vende al abad don Rodrigo y al monasterio de Santa María de Rioseco la heredad que posee en el término de Cendrera, recibiendo como pago la cantidad de 110 maravedíes.

99 (292)

Códice 91

El abad don Rodrigo y el monasterio de Santa María de Rioseco realizan un intercambio con don Pablo, el tenedor y mayordomo de Santa María, por el poder que le ha otorgado el concejo de Quintanaortuño. El centro monástico entrega la tierra que posee junto al puente de Nava a cambio de tres tierras en el término de Santa María: la primera está situada entre las propiedades de don Pablo y el río; la segunda se localiza en las rocas de Cendrera; la última se encuentra en Matarejas. Además, el cenobio recibe un maravedía a modo de compensación.

100 (293)

Códice 91

Fernando Fernández vende a don Rodrigo y al monasterio de Santa María de Rioseco varias tierras que posee: la primera junto al puente de Navalatos, entre Santa María y Oña; la segunda en las rocas de Cendrera; la tercera en Berral. Se establece como pago la cantidad de 30 maravedíes.

101 (294)

Códice 91

Miguel Vicente y su mujer, Godina, vende a don Rodrigo Malric, la heredad que poseen en Rioseras, recibiendo como pago cuatro caballos valorados en 60 maravedíes.

102 (295)

Códice 91

El abad don Rodrigo y el monasterio de Santa María de Rioseco realizan un intercambio con Domingo Fernández y sus hermanas. El centro monástico entrega la tierra que posee en Sotopalacios. A cambio, obtiene la tierra que Domingo Fernández y sus hermanas poseían en Matarejas. Además, el cenobio recibe un manto, valorado en un maravedí, a modo de compensación.

103 (296)

Códice 91

Rodrigo Fernández de Rioseras vende al abad del monasterio de Santa María de Rioseco un pedazo de tierra que posee en Matarejas, delimitada por la propiedad de los hijos de Domingo González y Cendrera, recibiendo como pago la cantidad de tres maravedíes.

104 (297)

Códice 91

Fernando Fernández de Quintanaortuño vende a fray Martínez de Cendrera la tierra que posee en Matarejas, delimitada por Cendrera y las propiedades de los hijos de de don Alfonso de Quintanaortuño, recibiendo como pago la cantidad de 14 maravedíes alfonsíes.

105 (298)

Códice 91

Fernando García con su mujer, doña Sancha, sus cuñadas, Estefanía, Mayor y Teresa Fernández, y su suegra, doña Teresa, venden, a fray Martín, por orden de don Rodrigo, el abad del monasterio de Santa María de Rioseco, la propiedad que tienen en Bernal. Esta se encontraba delimitada por las tierras de los hijos de María Ruíz de Somavilla, las de los hijos de Pela Peláez, el río y Cendrera.

106 (299)

Códice 91

Fray Martín, por el poder que le ha otorgado Roi Malric, realiza un intercambio con don Juan. El citado Fray Martín entrega dos tierras situadas en Rioseras y recibe una tercera cuyos límites están situados en las propiedades de Juan Cidez y Pedro Amargo. Además, obtiene un cuchillo a modo de compensación.

107 (300)

Códice 91

Fray Martín, por el poder que le ha otorgado Rodrigo Malric, realiza un intercambio con Pedro Juanes y sus hermanos. El primero entrega la tierra que el monasterio de Rioseco posee en Lacent. A cambio, recibe otra tierra que se encuentra entre las propiedades de Juan de Mioro, las de don Juan y doña María y Cendrera. Además, obtiene una capa a modo de compensación.

108 (301)

Códice 91

Don Ruy Malric vende a fray Martín, por orden de don Rodrigo, el abad del monasterio de Santa María de Rioseco, la heredad que en su día compró a Miguel Vicente y su mujer, doña Godina, en Rioseras, recibiendo como pago la cantidad de 50 maravedíes alfonsíes y un manto.

109 (302)

Códice 91

Fray Martín y don Rodrigo efectúan un intercambio. El primero entrega dos tierras: una de ellas delimitada por las propiedades de Juan Miguel, las de Gonzalo López, las de Rodrigo Martínez y las de Martín de Pedro Peláez; la otra situada entre Nava y las propiedades de María González, las de los hijos de Miguel Domínguez y Santa María. A cambio, recibe una tierra en Berral, cuyos límites están fijados por las propiedades de Juan de Mioro, las de la nieta de Don Cristobal, las de don Rodrigo y Cendrera. Además, obtiene un cuchillo a modo de compesación.

110 (303)

Códice 91

Fray Martín, por otorgamiento de Rodrigo Malric, y Juan el Cuadrado de Peñaforada realizan un intercambio. El primero entrega al segundo una tierra en la Nava, recibiendo otra tierra situada en Matarejas. Además, obtiene una capa a modo de compensación.

111 (304)

Códice 91

Fray Martín, con otorgamiento de Rodrigo Malric, y Martín de Ferruquera realizan un intercambio. El primero entrega al segundo dos tierras situadas en Rioseras, recibiendo, a cambio, otra tierra localizada en Matarejas. Además, obtiene una capa a modo de compensación.

112 (305)

Códice 91

Fray Martín, con otorgamiento de Rodrigo Malric, y don Juan de Mioro efectúan un intercambio. El primero entrega al segundo siete tierras en Rioseras. A cambio, don Juan de Mioro da a Fray Martín otras cuatro tierras en el territorio de Cendrera, además de un chuchillo a modo de compensación.

113 (306)

Códice 91

Fray Martín, por mandato del abad don Rodrigo y en representación del monasterio de Santa María de Rioseco, y doña Teresa, esposa de Martín Galíndez, realizan un intercambio. El primero entrega a la segunda tres tierras que el centro monástico posee en la Nava, recibiendo otras dos tierras en Matarejas, además de una capa, a modo de compensación.

114 (307)

Códice 91

Fray Martín, con otorgamiento de Rodrigo Malric, y Juan González realizan un intercambio. El primero entrega al segundo una tierra en Lacent, recibiendo otra tierra situada en Berral, además de una capa a modo de compensación

115 (308)

Códice 91

Fray Martín, con otorgamiento de Rodrigo Malric, y don Rodrigo Faber realizan un intercambio. El primero entrega al segundo dos tierras en Rioseras, recibiendo, a cambio, otra tierra situada en Berral, además de un cuchillo a modo de compensación.

116 (309)

Códice 91

García Gutiérrez, nieto de Garcí García de Sigüenza y doña Urraca, confirma al abad don Rodrigo y al monasterio de Santa María Rioseco como propietarios de todas aquellas tierras que sus abuelos y su tío, Gonzalo García, vendieron o donaron en su día al centro monástico en los territorios de Cendrera, Sotopalacios y Rioseco. Además, promete entregar al cenobio la quinta part, que le ha correspondido como herencia, a cambio de recibir sepultura entre sus muros. Por último, establece que si cambiara de opinión y decidiera ser enterrado en otro lugar, compensaría al monasterio mediante la donación del mejor de sus animales.

117 (310)

Códice 91

Fray Martín, con otorgamiento de Rodrigo Malric, realiza un intercambio con don Juan de Trascasa. El primero entrega al segundo tres tierras: la primera en el camino de Foçeio; la segunda en la cuesta de cueto; la tercera en Fueterbosa. Por su parte, don Juan de Tracasa da a Fray Martín dos tierras en Berral, además de una capa a modo de compensación.

118 (311)

Códice 91

Fray Martín, con otorgamiento de Rodrigo Malric, realiza un intercambio con Gonzalo Martín. El primero entrega al segundo una tierra en San Simeón, recibiendo dos tierras en Berral, además de un cuarto de maravedí a modo de compensación.

119 (312)

Códice 91

Fray Martín, con otorgamiento de Rodrigo Marrich, y los hijos de Domingo González, Pedro, Domingo, Juan, Martín y María, realizan un intercambio. El primero entrega a los segundos, dos tierras en Rioseras, recibiend, a cambio, una tierra en Matarejas, además de un cuchillo a modo de compensación.

120 (313)

Códice 91

Fray Martín, por mandato de don Rodrigo, el abad del Monasterio de Santa María de Rioseco, y Pedro Martínez realizan un intercambio. El primero entrega al segundo dos tierras en Nava y un manto, recibiendo, a cambio, una tierra en Matarejas.

121 (314)

Códice 91

Rodrigo Díaz de Val y su mujer, doña Sancha, venden al abad don Diego y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco la heredad que poseen en Quintanaortuño, recibiendo como pago una casa en Covasante. El matrimonio puede permanecer en este lugar hasta el final de sus días, siempre que entreguen al cenobio, cada año en agosto, 12 almudes de trigo. Además, se comprometen a no vender ni enajenar la citada casa y a que esta vuelva a manos del centro monástico una vez que hayan fallecido.

122 (315)

Códice 91

Garci Gutiérrez vende al abad don Pedro y todo el monasterio de Santa María de Rioseco todo lo que posee en Sotopalacios, recibiendo como pago la cantidad de 100 maravedíes.

123 (316)

Códice 91

El abad don Diego y el monasterio de Santa María de Rioseco entregan a don Rodrigo de Sotopalacios una tierra que poseen en Vallejo.

124 (317)

Códice 91

125 (318)

Códice 91

Fernando Alfonso y su mujer, doña Urraca, venden al abad don Diego y al monasterio de Santa María de Rioseco todas las tierras que poseen en Quintanaortuño, recibiendo como pago la cantidad de 45 maravedíes alfonsíes.

126 (319)

Códice 91

Doña María, mujer de don Fernando de Mediavilla, y sus hijos venden al abad don Diego y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco las tierras que poseen en Quintanaortuño, recibiendo como pago la cantidad de 13 maravedíes.

127 (320)

Códice 91

Pedro Martínez, su mujer, doña Sancha y sus cuñadas, doña Urraca, doña María y doña Teresa, venden al abad don Diego y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco la tierra que poseen en Quintañaortuño, recibiendo como pago la cantidad de siete maravedíes.

128 (321)

Códice 91

Las hijas de Gonzalo Pérez de Sotregero, doña Inés y doña Marina, venden al abad don Diego y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco la tierra que poseen en Quintanaortuño, recibiendo como pago la cantidad de siete maravedíes y un almud de trigo.

129 (322)

Códice 91

Fray Rodrigo, procurador del Monasterio de Santa María de Rioseco, presenta, en la sede episcopal de Burgos, una apelación contra Manfredo Antoceno, el nuncio apostólico en Hispania, quien había exigido al centro monástico el pago de algunos tributos, cuando, en realidad, la Orden del Císter estaba exenta del pago de los mismos.

130 (323)

Códice 91

Martín Ruíz, hijo de don Rodrigo Malric y doña Sancha Pérez, vende al abad don Diego y al monasterio de Santa María de Rioseco la heredad que posee en Quintanaortuño, que, en su día, compró a Pedro Díaz y a su mujer, doña Sancha. Recibe como pago la cantidad de 300 maravedíes.

131 (324)

Códice 91

Fernando y Diego Ruiz, hijos de Rodrigo García Cortesía, venden, por el alma de su hermano Rodrigo Rodríguez, que fue obispo de Palencia, al abad don Diego y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco todo lo que poseen en Quintanaortuño, recibiendo como pago la cantidad de 140 maravedíes.

132 (325)

Códice 91

Pedro Gómez y Gómez Pérez, hijos de Gómez Pérez de Porres, confirman al monasterio de Santa María de Rioseco como propietario de un solar que su padre tenía en San Martín, que, en su día, adquirió de su hermana, doña María Pérez, y que, después, vendió al cenobio por la cantidad de 100 maravedíes.

133 (326)

Códice 91

Álvaro García de Valdivieso, su hermano, García Gómez y el hijo de Alfonso Téllez, Gómez Alfonso, en presencia del abad don Juan de Valdecuesta, nombran todas las propiedades que el monasterio de Santa María de Sobrado poseía en el territorio de Menne.

134 (327)

Códice 91

Apeo de los términos de Covasante, entre los que se citan lugares como la peña de Cueva, Val, Tonazo, la peña de Santa Foyuillos, Sorresola y Sotrevela.

135 (328)

Códice 91

136 (329)

Códice 91

Apeo de las heredades de Juan González y Martín Sánchez que pertenecen al monasterio de Santa María de Rioseco en Villalaín.

137 (330)

Códice 91

Fray Guillén, prior del monasterio de Santa María de Rioseco, entrega a doña Mayor y sus hijos, como muestra de su misericordia, un solar que, anteriormente, había pertenecido a su marido, Juan Pérez. En el pasado, el matrimonio se había negado a rendir vasallaje al centro monástico y, a petición de Fray Guillén, fueron juzgados y condenados por ello. Los alcaldes del adelantado del rey, don Pedro de Gúzman, impusieron como condena que se les quitaran todos los bienes y los cuerpos y que pagaran la cantidad de 120 maravedíes.

138 (331)

Códice 91

Apeo de los límites de la heredad que el monasterio de Santa María de Rioseco compró a doña Elena en el territorio de Horna.

139 (332)

Códice 91

Apeo de las propiedades que el monasterio de Santa María de Rioseco le había comprado a doña Elvira y a su hermana en el camino de Medina.

140 (333)

Códice 91

Apeo de los límites de la heredad que el monasterio de Santa María de Rioseco le había comprado a Nuño García y a su hermano.

141 (334)

Códice 91

Apeo de los límites de la heredad que el monasterio de Santa María de Rioseco le había comprado a las hijas de Álvaro García en el territorio de Horna.

142 (335)

Códice 91

Apeo de las propiedades que tenía Pedro Ruíz en Villalaín y que había heredado el monasterio de Santa María de Rioseco.

143 (336)

Códice 91

Apeo de los límites de la heredad de Gonzálo Díaz que había heredado el monasterio de Santa María de Rioseco

144 (337)

Códice 91

Doña Sancha y su hija, doña Jimena, donan, cada una de ellas, un parral al monasterio de Santa María de Rioseco, por la salvación de su alma.

145 (338)

Códice 91

Remembranza de la donación que, de una heredad, hizo doña Maria al monasterio de Santa María de Rioseco, señalándose todos los límites de dicha propiedad.

146 (339)

Códice 91

147 (340)

Códice 91

Remembranza de lo que Díaz Ruiz de Quintana entregó al abad del monasterio de Santa María de Rioseco, esto es, las tierras que poseía en Val y en San Lorenzo y el diezmo del molino.

148 (341)

Códice 91

Remembranza del juicio en el que se enfrentaron el monasterio de Santa María de Rioseco y Rodrigo Rodríguez de Villalaín. Inetervinieron como jueces el merino mayor de Castilla, don Muriel, y el adelantado de Castilla, Rodrígo Díaz de Brizuela, y establecieron que Rodrigo Rodríguez de Villalaín no podía talar árboles en los montes que pertenecían al monasterio y que debía pedir permiso al abad si quería llevar al ganado a pastar a sus tierras.

149 (342)

Códice 91

Gonzalo Pérez y su mujer, doña Elvira, donan, por el perdón de sus pecados y la salvación de su alma y la de sus padres, las siguientes propiedades al monasterio de Santa María de Rioseco: el monasterio de San Cipriano de Montes de Oca con su hospital para peregrinos; el albergue situado en Cernégula; y las heredades que poseen en Quintanruz, Covasante y Cernégula.

150 (343)

Códice 91

151 (344)

Códice 91

Diego Jiménez y su mujer, doña Guiomar, donan, por la salvación de su alma y la de sus padres, al abad Romero de Quintanajuar, las heredades que poseen en Villamediana y en Huercanos.

152 (345)

Códice 91

El conde Lupo, junto con su esposa, Aldonza, sus hijos y sus padres, dona a su hermano, Sacho Díaz, las dos partes que le corresponden en el monasterio de San Cipriano y en Villamezquina.

153 (346)

Códice 91

Rodrigo Rodríguez, junto con sus hijos, dona al hospital del monasterio de San Cipriano de Montes de Oca la hereda que posee en Ochaflor.

154 (347)

Códice 91

Sancho Díaz y su mujer, Sancha Ruíz, donan a Fernando Pardo, por la salvación de su alma y la de sus padres, las heredades que poseen en Villamezquina y Ochaflor, incluida la casa de San Juan, la casa de Juan Infante con las viñas de Cascón y la casa de Olmedo.

155 (348)

Códice 91

El abad Juan y todo el monasterio de San Juan de Ortega establecen un acuerdo con el sacerdote don Vela y todos los herederos del molino de la peña de Arlanzón.

156 (349)

Códice 91

Juan Rubio dona la heredad que posee en Arlanzón, la parte del molino de la Peña que le corresponde y varias horas de trabajo al mes en dicho molino.

157 (350)

Códice 91

Investigación realizada por los jueces de Arlanzon sobre el enfrentamiento que mantenían Ortega y el el monasterio de San Cipriano en relación al uso de los molinos, en concreto por la cantidad de agua extraida. Los jueces, esto es, el alcalde, Martín Estébanez, don Bela, Martín Muñoz y Miecha, establecieron que se pusiera una señal en el molino de la peña, de tal manera que si el agua rebasaba dicha señal, el molinero debía comunicar al molinero de Ortega el total de agua en el que se había excedido el límite.

158 (351)

Códice 91

Don Fernando entrega a Diego Jiménez, Gonzalo Pérez y sus respectivas esposas, doña Guiomar y doña Elvira, todo lo que le correspondía en villa Mezuina y en San Cipriano para que estos construyan el monasterio cisterciense y el hospital. A cambio, recibe, de don Martín, el abad de San Cipriano de Montes de Oca, una correa y unos zapatos.

159 (352)

Códice 91

El abad Martín y todo el monasterio de San Cirpiano de Montes de Oca entregan a Martín y sus hermanos, Clemente, García, Jimena y Miguel, la heredad que poseen en Ochafor, que, en su día, Gonzalo Pérez de Siones y su mujer, doña Elvira, donaron al centro monástico. A cambio, los citados hermanos se convierten en solariegos y vasallos del abad y del cenobio y se comprometen a no vender ni alienar la propiedad recibida.

160 (353)

Códice 91

Relación de testigos enviados por el rey Alfonso VIII para el fijamiento de mojones realizado por López Díaz de Fitero y Pedro Rodríguez de Guzman.

161 (354)

Códice 91

Fernando Pardo dona al monasterio de San Cipriano de Montes de Oca todo lo que posee en este lugar y en villa Mezquina.

162 (355)

Códice 91

Álvaro Muñoz y su mujer, doña Urraca, venden al abad don Martín y a todo el monasterio de San Cipriano de Montes de Oca la heredad que poseen en Villamórico, que incluye tanto las posesiones de doña Urraca y sus hermanos como lo adquirido por el matrimonio mediante diversas operaciones de compra. Reciben como pago la cantidad de 158 maravedíes de oro y cuatro octavillas de pan.

163 (356)

Códice 91

Pedro Rodríguez de Gúzman vende al abad don Martín, a todo el monasterio de San Cipriano de Montes de Oca y a su hospital el solar que posee en Villamórico, recibiendo como pago un buen caballo.

164 (357)

Códice 91

García Muñoz y su mujer, Armmiart, venden al abad y a todo el monasterio de San Cipriano de Montes de Oca el solar que poseen en Villamórico.

165 (358)

Códice 91

Pedro Muñoz y sus hijos, Gracia y Rodrigo, venden a Reinaldo y a su mujer, Sancha, las tierras que poseen en Villamórico, cerca del hospital, recibiendo como pago la cantidad de 20 maravedíes.

166 (359)

Códice 91

Diego Pérez y sus hermanas, Toda y María, venden a Reinaldo y su mujer, Sancha, las tierras que poseen en Villamórico, cerca del hospital, y que habían heredado de su madre doña Elo, recibiendo como pago la cantidad de 20 maravedíes

167 (360)

Códice 91

Pedro García y su mujer, Sancha, junto con sus hijos donan al abad don Antonio y todo el monasterio de San Cipriano de Montes de Oca, la heredad completa que poseen en Villamórico, por la salvación de su alma y la de sus padres.

168 (361)

Códice 91

Bernardo de la Tenda y su mujer, doña Jordana, venden al abad don Martín y a todo el monasterio de San Cipriano de Montes de Oca la heredad que poseen en Grañón, recibiendo como pago la cantidad de 150 maravedíes.

169 (362)

Códice 91

Don Esteban de Soria y su mujer, Petronila, venden a don Gonzalo Pérez de Sión y a su mujer, doña Elvira Muñoz, la heredad que poseen en Orcanos, próxima al hospital de San Cipriano de Montes de Oca, recibiendo como pago la cantidad de 200 maravedíes.

170 (363)

Códice 91

Pedro Rodríguez de Orcanos, hijo de doña Jimena, y Martín García con su mujer, María Martínez, realizan un intercambio con el abad don Rodrigo y el monasterio de Santa María de Rioseco. Los primeros entregan al cenobio una tierra que poseen en Salobrecho, dada su proximidad con el palacio del abad. A cambio, reciben una tierra en Nocheruelas, los solares que pertenecieron a Esteban de Soria y varias porciones de tierras situadas en Requeso, Fontaneda, Artazuelza y cerca del río Oruna. Por último, entregan al centro monástico la cantidad de 14 maravedíes a modo de compensación.

171 (364)

Códice 91

Don Rodrigo, abad del monasterio de Santa María de Rioseco, y Martín Juanes de Orcanos realizan un intercambio. El centro monástico entrega una tierra que se encuentra junto al parral del capellán, el camino de Pradeiones y el camino de Oruñuela, además de cinco sueldos. A cambio, recibe una tierra situada junto al prado de Argonga y la tierra de Pedro Juanes.

172 (365)

Códice 91

Martín Pascual, vende al abad don Rodrigo y a todo el monasterio de Santa María de Rioseco la tierra y la casa que posee en el Barrio Nuevo, recibiendo como pago la cantidad de 200 maravedíes.

173 (366)

Códice 91

Fernando, hijo de Pedro Chico de Orcanos, y su mujer, María Juanes, realizan un intercambio con don Fernando Negro, tenedor de Orcanos, que actúa como representante del abad de Rioseco. El matrimonio entrega la tierra que poseen en Argonga y un par de zapatos valorados en tres sueldos. A cambio, recibe una tierra en Iracho.

174 (367)

Códice 91

Doña Juana de Leva dona al monasterio de Santa María de Rioseco una tierra en el término de Leva, por la salvación de su alma y contando con la aprobación de su hijo, Gonzalo Díaz de Soncillo, y la del resto de sus herederos.

175 (368)

Códice 91

La condesa doña Mencia, abadesa del monasterio de San Andrés del Arroyo, vende al abad don Martín y a todo el monsterio de San Cirpriano de Montes de Oca el huerto que posee en Burgos, en el Barrio de la Vega, recibiendo como pago la cantidad de seis maravedíes.

176 (369)

Códice 91

Doña Isabel dona al abad Martín y a todo el monasterio de San Cipriano de Montes de Oca el huerto que posee en Vega, que incluye una casa y una parra. Además, durante su vida se compromete a entregar a la bodega del centro monástico lo que le se produzca en las heredades que le pertenecen en villa Gonzalo y Marmelar, las cuales pasaran a ser propiedad del cenobio una vez que haya fallecido.

177 (370)

Códice 91

Don Gonzalo, hijo de Gonzalo Dozón, y don Martín, el abad del monasterio de San Cipriano de Montes de Oca, realizan un intercambio. El primero entrega al cenobio un huerto que posee en Vega y, a cambio, recibe la cantidad de 25 maravedíes.

178 (371)

Códice 91

Alberto y su mujer, Constanza, realizan un cambio con don Martín, el abad del monasterio de San Cipriano de Montes de Oca. El matrimonio entrega al cenobio todo lo que posee en Vega y, a cambio, recibe la cantida de 50 maravedíes.

179 (372)

Códice 91

Doña Isabel y sus nietos, Juan, Gonzalo y Pedro, realizan un cambio con don Martín, el abad del monasterio de San Cipriano de Montes de Oca. Los primeros entregan al cenobio la mitad de la casa y la parra que poseen en Vega, por la salvación de su alma y las de doña Mencia, don Gonzalo y don Alberto. A cambio, reciben un paso de tierra en la casa de don Gonzalo Dolzón y 20 maravedíes.

180 (373)

Códice 91

Vicente, el procurador del hospital de San Cipriano de Montes de Oca, realiza un intercambio con don Martín, el abad del monasterio de Santa María de Rioseco. El primero entrega al cenobio un huerto y recibe, a cambio, dos viñas en Valdecasas.

Venta de Ruy Fernández de Quintanapalacio (8)

Códice 91

Ruy Fernández de Quintanapalacio vende a Rodrigo, abad de Rioseco, y al convento sus casas de Quintanapalacio por una mula de 50 maravedíes.

Privilegio de Alfonso VIII a Gonzalo Pérez de Siones (9)

Códice 91

Alfonso VIII dona a Gonzalo Pérez de Siones y a su esposa la villa de Covasant, situada en el alfoz de Sedano.

Noticia de juicio por heredad en Covasant (10)

Códice 91

Noticia del juicio entre Pedro Miguelez de Gredilla con los señores de San Cebrián por la heredad que demandaba en Covasant.